En mi empresa (una PyME familiar en Guadalajara), el estrés y la comunicación tóxica entre áreas estaban afectando la productividad. Contratamos las terapias grupales empresariales de Düctor para trabajar en inteligencia emocional y manejo de conflictos. En solo tres meses, mejoró el ambiente laboral, redujimos la rotación de personal en un 30% y hoy tenemos protocolos claros para manejar el burnout. Los facilitadores entendieron perfectamente nuestra cultura laboral mexicana y adaptaron las dinámicas a nuestras necesidades. ¡Fue una inversión que recuperamos con creces!

Sufría ataques de ansiedad desde que inició mi divorcio y me sentía estancada profesionalmente. Buscaba una terapia que no fuera solo ‘echar desahogo’, sino con herramientas reales. En Düctor encontré un espacio seguro donde mi terapeuta combinó técnicas de mindfulness con terapia cognitiva, todo adaptado a mi ritmo de vida en CDMX. Aprendí a gestionar mi estrés laboral, establecí límites saludables y hoy reconozco mi valor. ¡Hasta mi hijo nota el cambio! Para mí, como mujer mexicana criada con la idea de ‘aguantarse’, esto fue revolucionario.

Mi esposa y yo estábamos al borde de separarnos después de 10 años de matrimonio. La rutina, los problemas económicos y la crianza de nuestros hijos nos habían distanciado. La terapia de pareja de Düctor nos salvó: en lugar de solo señalar culpables, nos enseñaron a comunicarnos con respeto y a reconectar desde la empatía. Usaron ejercicios prácticos que aplicamos incluso en nuestra vida diaria (¡hasta durante las cenas familiares!). Hoy tenemos proyectos juntos otra vez y entendimos que ‘echarle ganas’ al amor también significa pedir ayuda a tiempo. ¡Gracias por devolvernos la esperanza!